Qué es más importante para las empresas ¿La realidad o la percepción? Nosotros defendemos que la percepción, de hecho pensamos que la realidad no existe, es una suma de percepciones, de subjetividades, y aquí el área de marketing tiene una importancia fundamental, como encargada de introducir en el cerebro de los consumidores o usuarios las ideas más rentables para la compañía.
Vamos a contar una pequeña historia para ilustrar lo que hemos comentado.
El 19 de julio del año 64 d. de C., Roma comienza a arder, podemos imaginar las escenas de pánico, gente que corre despavorida huyendo de las llamas, otros intentado salvar sus pertenencias más valiosas antes de que sean pasto del fuego. Pero, si hay una imagen que queda grabada en la mente de muchos es la de el emperador Nerón, tocando la lira mientras ve arder la ciudad que él mismo ha incendiado. Posteriormente, inculpa a los cristianos y promueve una persecución contra ellos.Esta es la percepción que muchos tienen del incendio de Roma.
Pasemos a la realidad. Cuando se declara el incendio, Nerón se encuentra de vacaciones en su villa de Anzio, a 50 kilómetros de la capital del imperio, al enterarse, seis hora después de iniciarse el incendio, se dirige a Roma, donde coordina a los bomberos, ordena la creación de un cortafuegos y organiza grupos para que intentar poner orden entre las personas que huían aterrorizadas. Más tarde, habilita edificios públicos para atender a los heridos y a todos aquellos que habían perdido su hogar. Otra de sus decisiones fue mandar detener y ejecutar a aquellas personas que fuesen sorprendidas en pleno acto de saqueo.
Por supuesto, no culpa a los cristianos, ni los manda perseguir, ya que no existían como tal, todavía eran una secta judía desconocida para el emperador y los romanos.
Aquí tenemos un caso muy claro en el que la percepción supera a la realidad, ¿a qué se debe esto? Vamos a ofrecer varias claves explicadas desde un punto de vista actual, válidas para cualquier empresa:
1- La percepción que se tiene de la figura de Nerón incita a creer que es posible que cometiese tal horror, dicho de otro modo, la imagen corporativa era coherente con la acción de la que se le acusa.
2- Es muy difícil pensar que un hombre con sus antecedentes pueda ayudar al pueblo. Le falló la Responsabilidad Social Corporativa, ya que no parecía coherente con su política anterior.
3- La realidad de un estadista actuando como tal, tiene que luchar contra una imagen muy potente, la de un personaje loco que mira como arde una ciudad mientras toca la lira, una vez más la percepción gana. En términos actuales, le falló el marketing, no supo capitalizar su actuación.
4- También le falló la comunicación, al no saber convertir sus acciones en un storytelling potente, cosa que sí supieron hacer otros, para contar la historia del emperador que quemó su propia ciudad, culpó a los cristianos y los persiguió, una historia con un potencial enorme, al contraponer los más bajos instintos del poderoso, con la cándida beatitud de los débiles, que aún así triunfan, una gran historia, que conmueve y hace que de nuevo la percepción se imponga a la realidad.
Esta pequeña historia deberían tenerla en cuenta todas las empresas, para mejorar su percepción ante sus posibles usuarios y consumidores, porque, siguiendo en el mundo romano, “la mujer del César, además de ser honrada tiene que parecerlo”.
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